Cuatro años antes de la muerte del dictador, Fernando Arrabal escribió esta Carta al general Franco que publicamos en Laetoli como primer título de la Biblioteca Arrabal. Una requisitoria en toda regla contra un régimen criminal y contra el hombre que lo seguía comandando en 1972. Un régimen y un hombre que, como a tantos millones de españoles, le destrozó la vida. Su padre, teniente leal a la República, fue detenido en Melilla en los primeros días del golpe militar, y condenado a muerte. Conmutada su pena por 30 años de prisión, fue encerrado en diversas cárceles hasta acabar en un manicomio de Burgos, de donde desapareció en 1942:
Mi padre ¿desapareció para siempre? ¿Se lo tragó la tierra? Usted es el culpable y usted tiene que responder. Tantos desaparecieron como él! .
Fernando Arrabal (Melilla, 1932) es dramaturgo, novelista, poeta, ensayista, director de cine y pintor. Desde 1955 vive en París.
En 1962 fundó con Roland Topor y Alejandro Jodorowsky el Movimiento Pánico. En 1967 fue procesado por el régimen franquista
por blasfemia y ultraje a la nación española por la dedicatoria de un libro ( Me cago en Dios, en la Patria y en todo lo demás ).
Fue encarcelado y más tarde absuelto gracias a la presión internacional de muchos escritores (Samuel Beckett, Eugène Ionesco,
François Mauriac, Arthur Miller...). Es uno de los dramaturgos español más representados en todo el mundo, autor de un centenar
de obras de teatro (como El cementerio de automóviles y El arquitecto y el emperador de Asiria ), once novelas (como Baal
Babilonia , La torre herida por el rayo o La hija de King Kong ), varios libros de poemas y ensayos y siete películas (entre ellas, Viva
la muerte , Iré como un caballo loco y El árbol de Guernica ). No hay un autor español posterior a la Guerra Civil al que se le
hayan dedicado tantos libros en tantos idiomas.
La obra de Femando Arrabal está por encima y a un lado de la anécdota y de la representación y más allá de las tendencias
y aun de los caprichos. En literatura, el acierto estriba en la meta intuida o presentida, no en el premio sino en su hermosa
consecuencia, y más en lo que se baila que en lo que se busca. Nadie sabe si la órbita de las estrellas ha sido creada por Dios, como
el hombre o la flor o el pájaro, o es la misma mano de Dios hecha carne o nube o suspiro (Camilo José Cela).
Entre original y novedoso —más allá de Ionesco y Beckett—, la actitud y el lenguaje poético de Arrabal prolonga sus raíces
tradicionales en el surrealismo, y se ha expresado significativamente en dos vocablos extremados y expresivos de una
actualidad que diríamos desesperada y desesperante: la confusión y el pánico , el terror pánico (José Bergamín).
La Biblioteca Arrabal agrupará libros agotados o descatalogados de Fernando Arrabal, nunca publicados en castellano o poco
conocidos. El primer título es esta Carta al general Franco
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